lunes, 30 de abril de 2012

TEMA: EL AMOR


Hay que Comer el Pan de Vida

Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor. 1 Corintios 13:13.

Tenemos una abundancia de sermones. Lo que más se necesita... es amor por las almas que perecen, ese amor que procede en ricas corrientes del trono de Dios. El verdadero cristianismo difunde el amor por todo el ser. Alcanza a cada parte vital del cuerpo: el cerebro, el corazón, las manos ayudadoras, los pies, y capacita a los hombres a mantenerse firmes donde Dios requiere que se mantengan, de modo que no tracen senderos torcidos para sus pies, para que el cojo no se extravíe. El amor ardiente y abnegado de Cristo por las almas que perecen constituye la vida misma de todo el sistema de la cristiandad.
¿Cuál es la interpretación bíblica de Dios? “Dios es amor”. Dios manifestó su amor por la humanidad al dar a Cristo a nuestro mundo. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” Juan 3:16. Sí, “vida eterna”. Este es el amor que es el cumplimiento de la ley. Unicamente la persona cuyo corazón esté lleno de compasión por el hombre caído, que ama con un propósito, y que demuestra su amor mediante la realización de acciones semejantes a las de Cristo, será capaz de soportar la visión del Invisible. Puede conocer a Dios únicamente la persona que ama a sus semejantes con un propósito. Quien no ame a aquellos por quienes el Padre ha hecho tanto, no conoce a Dios. Esta es la razón por la que hay tan poca vitalidad genuina en nuestras iglesias. La teología no tiene valor a menos que se halle saturada con el amor de Cristo.
Dios es supremo. Su amor aceptado en el corazón humano conducirá a la realización de obras que lleven frutos de acuerdo con la semejanza del carácter de Dios...
“El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad” 1 Corintios 13:4-6. ¡Benditas hojas del árbol de la vida! “Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor” vers. 13.
“Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre” ( Salmos 103:1), porque nuestro Libro Guía es tan claro y definido. Otros tal vez no sigan el sencillo “escrito está” que Cristo empleó cada vez para enfrentarse con su enemigo caído, pero sigamos el ejemplo del Salvador. Mientras menos expresemos nuestras propias opiniones humanas, más pura y llena de gracia será nuestra conversación. El Señor espera que nuestra habla sea santificada, porque es un sabor de vida para vida.

domingo, 29 de abril de 2012

TEMA: LO NECESARIO


Sentada a los Pies de Jesús

Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada. Lucas 10:42.

Nuestro Salvador apreciaba un hogar tranquilo y oyentes que manifestasen interés. Sentía anhelos de ternura, cortesía y afecto humanos. Los que recibían la instrucción celestial que él estaba siempre listo para impartir eran grandemente bendecidos. Mientras las multitudes seguían a Cristo por los campos abiertos, les revelaba las bellezas del mundo natural. Trataba de abrir sus ojos para que las comprendiesen y pudiesen ver cómo la mano de Dios sostiene el mundo... Pero las multitudes eran duras de entendimiento, y en el hogar de Betania Cristo hallaba descanso del pesado conflicto de la vida pública. Allí abría ante un auditorio que le apreciaba el libro de la Providencia. En esas entrevistas privadas, revelaba a sus oyentes lo que no intentaba decir a la multitud mixta. No necesitaba hablar en parábolas a sus amigos.
Mientras Cristo daba sus lecciones maravillosas, María se sentaba a sus pies, escuchándole con reverencia y devoción. En una ocasión, Marta, perpleja por el afán de preparar la comida, apeló a Cristo diciendo: “Señor, ¿no tienes cuidado que mi hermana me deja servir sola? Dile, pues, que me ayude”. Esto sucedió en ocasión de la primera visita de Cristo a Betania. El Salvador y sus discípulos acababan de hacer un viaje penoso a pie desde Jericó. Marta anhelaba proveer a su comodidad, y en su ansiedad se olvidó de la cortesía debida a su huésped. Jesús le contestó con palabras llenas de mansedumbre y paciencia: “Marta, Marta, cuidadosa estás, y con las muchas cosas estás turbada: empero una cosa es necesaria; y María escogió la buena parte, la cual no le será quitada” Lucas 10:42. María atesoraba en su mente las preciosas palabras que caían de los labios del Salvador, palabras que eran más preciosas para ella que las joyas más costosas de esta tierra.
La “una cosa” que Marta necesitaba era un espíritu de calma y devoción, una ansiedad más profunda por el conocimiento referente a la vida futura e inmortal, y las gracias necesarias para el progreso espiritual. Necesitaba menos preocupación por las cosas pasajeras y más por las cosas que perduran para siempre. Jesús quiere enseñar a sus hijos a aprovechar toda oportunidad de obtener el conocimiento que los hará sabios para la salvación. La causa de Cristo necesita personas que trabajen con cuidado y energía. Hay un amplio campo para las Martas con su celo por la obra religiosa activa. Pero deben sentarse primero con María a los pies de Jesús. Sean la diligencia, la presteza y la energía santificadas por la gracia de Cristo; y entonces la vida será un irresistible poder para el bien.

sábado, 28 de abril de 2012


Lecciones de Timoteo

Y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 2 Timoteo 3:15.

Silas, el compañero de labor de Pablo, era un obrero probado, dotado con el espíritu de profecía; pero la obra que debía hacerse era tan grande, que se necesitaba preparar más obreros para el servicio activo. En Timoteo, Pablo vio uno que comprendía la santidad de la obra del ministerio; uno que no desmayaba frente al sufrimiento y la persecución; y que estaba dispuesto a ser enseñado. Sin embargo, el apóstol no se atrevió a asumir la responsabilidad de darle a Timoteo, un joven inexperto, una preparación en el ministerio evangélico, sin satisfacerse antes plenamente respecto a su carácter y su vida.
El padre de Timoteo era griego y su madre judía. Desde la niñez había conocido las Escrituras. La piedad que vio en su vida de hogar era sana y cuerda. La fe de su madre y de su abuela en los oráculos sagrados era para él un constante recuerdo de la bendición que acarrea el hacer la voluntad de Dios. La Palabra de Dios era la regla por la cual esas dos piadosas mujeres habían guiado a Timoteo. El poder espiritual de las lecciones que había recibido de ellas conservó puro su lenguaje y evitó que le contaminaran las malas influencias que le rodeaban. Así las que le instruyeron en el hogar habían cooperado con Dios en prepararlo para llevar responsabilidades.
Pablo vio a Timoteo fiel, firme y sincero, y lo escogió como compañero de labor y de viaje. Las que habían enseñado a Timoteo en su infancia fueron recompensadas viendo al hijo de su cuidado unido en estrecho compañerismo con el gran apóstol. Timoteo era sólo un joven cuando fue escogido por Dios como maestro; pero sus principios habían sido tan bien establecidos por su primera educación que era digno del puesto de ayudante de Pablo. Y aunque joven, llevó sus responsabilidades con mansedumbre cristiana...
Pablo amaba a Timoteo, su “hijo en la fe” 1 Timoteo 1:12. El gran apóstol sondeaba a menudo al discípulo más joven, preguntándole en cuanto a la historia bíblica; y al viajar de lugar en lugar, le enseñaba cuidadosamente cómo trabajar con éxito. Pablo y Silas... trataban de ahondar la impresión... de la sagrada y seria naturaleza de la obra del ministro evangélico.
En su trabajo, Timoteo buscaba constantemente el consejo y la instrucción de Pablo. No actuaba por impulso, sino con reflexión y serenidad, preguntando a cada paso: ¿Es éste el camino del Señor? El Espíritu Santo encontraba en él uno que podía ser amoldado y modelado como un templo para la morada de la divina Presencia.
Las lecciones de la Biblia, al entretejerse en la vida diaria, tienen una profunda y perdurable influencia en el carácter. Estas lecciones las aprendía y practicaba Timoteo.

viernes, 27 de abril de 2012


El Pan Cotidiano Asegurado

El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Mateo 6:11.

Como el niño, usted recibirá diariamente lo que se requiera para suplir las necesidades de ese día. Cada día debe orar: “El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy”. No se sienta perturbado si no tiene suficiente para mañana. Usted posee la seguridad de su promesa: “Tú habitarás en la tierra y ciertamente serás alimentado”. David dijo: “Joven fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan” Salmos 37:25.
Aquel Dios que envió a los cuervos para que alimentaran a Elías en el arroyo de Querit, no se olvidará de ninguno de sus hijos fieles y sacrificados. De la persona que camina en justicia se escribe: “Se le dará su pan, y sus aguas serán seguras” Isaías 33:16. “No serán avergonzados en el mal tiempo, y en los días de hambre serán saciados” Salmos 37:19. “El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?” Romanos 8:32.
El que alivió los cuidados de su madre viuda y ayudó a sostener el hogar de Nazaret, simpatiza con cada madre que lucha para proveerles alimento a sus hijos. El que tuvo compasión de la multitud porque desfallecían y estaban esparcidos, todavía siente compasión por el pobre sufriente. Su mano se extiende sobre ellos para bendecirlos y en la misma oración que les dio a los discípulos nos enseña a acordarnos de los pobres.
La oración por el pan cotidiano incluye no solamente el alimento para sostener el cuerpo, sino también el pan espiritual que nutrirá el alma para vida eterna. Nos dice Jesús: “Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece” Juan 6:27. “Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre” vers. 51. Nuestro Salvador es el pan de vida; cuando miramos su amor y lo recibimos en el alma, comemos el pan que desciende del cielo.
Recibimos a Cristo por su Palabra, y se nos da el Espíritu Santo para abrir la Palabra de Dios a nuestro entendimiento y hacer penetrar sus verdades en nuestro corazón. Hemos de orar día tras día para que, mientras leemos su Palabra, Dios nos envíe su Espíritu con el fin de revelarnos la verdad que fortalecerá nuestras almas para las necesidades del día.
Al enseñarnos a pedir cada día lo que necesitamos, tanto las bendiciones temporales como las espirituales, Dios desea alcanzar un propósito para beneficio nuestro. Quiere que sintamos cuánto dependemos de su cuidado constante, porque procura atraernos a una comunión íntima con él. En esta comunión con Cristo, mediante la oración y el estudio de las verdades grandes y preciosas de su Palabra, seremos alimentados como almas con hambre; como almas sedientas seremos refrescados en la fuente de la vida.

miércoles, 25 de abril de 2012

TEMA: SU PALABRA


Nuestra Unica Salvaguardia en la Prueba y la Tentación

Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino. Salmos 119:105.

Dios nos ha dado su Palabra para que sea una lámpara para nuestros pies y una luz en nuestro camino. Sus enseñanzas ejercen una influencia vital sobre nuestra prosperidad en todos los órdenes de la vida. Aun en nuestros asuntos temporales constituirá una guía más sabia que cualquier otro consejero. Su instrucción divina es el único camino al éxito. No hay ninguna posición social ni fase alguna de la experiencia humana para las cuales el estudio de la Biblia no signifique una preparación esencial.
La Biblia es la gran norma para el bien y el mal, y define claramente el pecado y la santidad. Sus principios vitales, que corren por nuestras vidas como hebras doradas, son nuestra única salvaguardia en las pruebas y la tentación.
La Biblia es un mapa que nos muestra los indicadores de la verdad. Los que la conocen estarán capacitados para transitar con certeza por los caminos del deber, dondequiera que se los llame.
La Biblia contiene un sistema sencillo y completo de teología y filosofía. Es el libro que nos hace sabios para salvación. Nos indica cómo alcanzar las moradas de felicidad eterna. Nos habla del amor de Dios revelado en el plan de la redención, e imparte el conocimiento esencial para todos: el conocimiento de Cristo. El es el Enviado de Dios; es el Autor de nuestra salvación. Pero si no fuera por la Palabra de Dios, no tendríamos ningún conocimiento acerca de que una persona llamada el Señor Jesús jamás visitara nuestro mundo, ni tampoco ningún conocimiento de su divinidad, como lo indica su existencia previa con el Padre.
La Biblia no fue escrita únicamente para el erudito; por el contrario, fue ideada para la gente común. Las grandes verdades necesarias para nuestra salvación se presentan tan claras como el mediodía, y nadie podrá confundir el camino y perder su rumbo excepto los que sigan su propio juicio en lugar de la voluntad de Dios claramente revelada.
La Palabra de Dios señala cada mal rasgo de carácter, y moldea todo el ser humano, interna y externamente, abatiendo su orgullo y exaltación propia, enseñándole a traer el espíritu de Cristo a los más pequeños deberes de la vida, como también a los mayores. Le muestra cómo ser constante en su fidelidad a la justicia y la pureza, y al mismo tiempo cómo ser bondadoso y compasivo.
La apreciación de la Biblia crece con su estudio. No importa hacia dónde se vuelva el estudiante, encontrará una demostración de la sabiduría infinita y el amor de Dios. Para el que está verdaderamente convertido, la Palabra de Dios es el gozo y la consolación de la vida. El Espíritu de Dios le habla y su corazón se vuelve como un jardín bien regado.
El corazón aprovisionado con las preciosas verdades de la Palabra de Dios se ve fortalecido contra las tentaciones de Satanás, y contra pensamientos impuros y acciones impías.


Exito para Sus Esfuerzos

Porque sol y escudo es Jehová Dios; gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que andan en integridad. Salmos 84:11.

Jesús ha dicho: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá” Mateo 7:7-8... Hable en serio; sea resuelto. Presente la promesa de Dios, y luego crea sin una sombra de duda. No espere sentir emociones especiales antes de pensar que el Señor contesta. No decida usted una forma particular en que el Señor deba actuar antes que usted pueda creer que recibirá lo que le ha pedido; pero confíe en su palabra, y deje todo el asunto en manos del Señor, con una fe total en que su oración será honrada, y la respuesta vendrá en el momento preciso y en la mejor forma en que su Padre celestial considere que sea para bien; y luego viva sus oraciones. Camine con humildad y siga avanzando.
“Porque sol y escudo es Jehová Dios; gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que andan en integridad” Salmos 84:11... “Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu” Salmos 34:18. Aquí hay promesas, ricas y abundantes, dadas a condición de que deje de hacer el mal y aprenda a hacer el bien. Entonces coloque un blanco elevado para su vida, como lo hicieron José y Moisés y Daniel; y tome en consideración el costo de la edificación del carácter, y luego construya para el tiempo y la eternidad.
Satanás se opondrá a sus esfuerzos por avanzar. Su senda no será siempre suave, pero hay alicientes en las ricas promesas de Dios. El Señor ha comprometido su palabra para ayudarnos en cualquier esfuerzo que hagamos hacia la justicia. Somos débiles y desprovistos de sabiduría, pero Dios ha prometido: “Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada” Santiago 1:5. Pero aprenda a ser concienzudo; si quiere perseverar en su servicio nunca se suelte de la mano de Dios, y será vencedor mediante la sangre del Cordero. Al realizar esta obra por sí solo usted ejerce una influencia sobre muchos otros con quienes se relaciona.
¡Cuán buenas son las palabras habladas a su debido tiempo! ¡Cuánta fuerza le dará una palabra de esperanza, valor y determinación—dicha oportunamente—a alguien que se siente inclinado a resbalar hacia hábitos desmoralizadores! El firme propósito que usted pueda tener en la práctica de buenos principios, ejercerá una influencia que conducirá a las almas en la dirección debida. No hay límite para el bien que pueda hacer. Si adopta la Palabra de Dios como la regla de su vida, y gobierna sus acciones por sus preceptos, haciendo que todos sus propósitos y esfuerzos por cumplir con su deber sean una bendición... el éxito coronará sus esfuerzos.


martes, 24 de abril de 2012

TEMA: ESTA VIDA Y LA VENIDERA


Para Esta Vida y la Venidera

La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples. Salmos 119:130.

Según la ley de Dios, la fuerza para la mente y el alma, lo mismo que para el cuerpo, se adquiere por medio del esfuerzo. El desarrollo se obtiene por medio del ejercicio. De acuerdo con esta ley, Dios ha provisto en su Palabra los medios necesarios para el desarrollo mental y espiritual.
La Biblia contiene todos los principios que los hombres necesitan comprender, a fin de prepararse para esta vida, o para la venidera. Estos principios pueden ser comprendidos por todos...
Mayor aún es el poder de la Biblia en el desarrollo de la naturaleza espiritual. El hombre, creado para ser compañero de Dios, puede hallar su verdadera vida y desarrollo únicamente en ese compañerismo. Creado para hallar en Dios su mayor gozo, en ninguna otra cosa puede hallar lo que puede calmar los anhelos de su corazón, y satisfacer el hambre y la sed del alma. Aquel que con espíritu dócil y sincero estudia la Palabra de Dios para comprender sus verdades, se pondrá en contacto con su Autor, y, a menos que sea por su propia elección, no tienen límite las posibilidades de su desarrollo.
En su vasta esfera de estilo y temas, la Biblia tiene algo para interesar a cada mente y atraer cada corazón. Sus páginas encierran historia antiquísima; biografías fieles a la vida; principios de gobierno para regir al Estado y gobernar la casa, principios que la sabiduría humana nunca ha conseguido igualar. Contiene la más profunda filosofía, la poesía más dulce y sublime, apasionada y patética. Los escritos de la Biblia, aún considerados de esta manera, son inconmensurablemente superiores en valor a las producciones de cualquier autor humano, pero considerados en su relación con el gran pensamiento central, son de alcance infinitamente más amplio, de valor infinitamente mayor. Desde este punto de vista, cada tema adquiere nuevo significado. En las verdades más sencillamente enunciadas se encierran principios tan altos como el cielo, y que abarcan la eternidad.
El tema central de la Biblia, el tema alrededor del cual se agrupan todos los demás del Libro, es el plan de la redención, la restauración de la imagen de Dios en el alma humana. Desde la primera insinuación de esperanza que se hizo en la sentencia pronunciada en el Edén, hasta la gloriosa promesa del Apocalipsis: “Y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes”, el propósito de cada libro y pasaje de la Biblia es el desarrollo de este maravilloso tema: la elevación del hombre, el poder de Dios, “que nos da la victoria, por medio de nuestro Señor Jesucristo”.
El que capta este pensamiento, tiene ante sí un campo infinito de estudio. Tiene la llave que le abrirá todo el tesoro de la Palabra de Dios.

TEMA: TODO EL CIELO


Todo el Cielo Está Mirando

Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí. Juan 5:39.

Esta es una edad de desasosiego y la juventud bebe profundamente de su espíritu. ¡Quién diera que se les pudiese hacer comprender la importancia del peligro y de la posición que ocupan! ¡Quién diera que los padres y maestros de la escuela sabática fuesen inducidos a discernir el deber que tienen de guiarlos sabiamente! Nunca antes han estado en juego tantos intereses importantes. Nunca una generación se ha visto frente a cuestiones tan trascendentes como las que esperan a la que está por entrar en el escenario de acción. Nunca la juventud de cualquier edad o país ha sido observada por los ángeles de Dios con tanta seriedad como la juventud de hoy. Todo el cielo observa con intenso interés las indicaciones del carácter que están formando: si cuando sean sometidos a prueba permanecerán firmes por Dios y lo bueno, o si serán arrastrados por las influencias mundanales.
Dios tiene una gran obra que realizar en corto tiempo. A los jóvenes les ha confiado talentos de intelecto, tiempo y medios, y los hace responsables por los usos que hagan de estos magníficos dones. Los llama para que se adelanten, para que resistan las influencias corruptoras y hechizantes de esta era vertiginosa, y lleguen a ser aptos para trabajar en su causa. No pueden capacitarse para ser útiles sin colocar el corazón y las fuerzas en la obra de la preparación. Los principios cristianos se deben desarrollar mediante su aceptación y la práctica de los mismos. El autocontrol se debe lograr mediante el esfuerzo ferviente ayudado por la gracia de Dios... Cuando los jóvenes eligen el servicio de Cristo, y demuestran que mediante la ayuda divina poseen el principio moral para dominar el yo, se transforman en un poder para el bien, y de ellos procede una influencia que guía a otros a glorificar a Dios...
Hay una ley divina que establece que el que recibe bendiciones debe pagar cierto precio por ellas. Los que desean ser sabios en el campo de la ciencia deben estudiar; y los que se proponen ser sabios con respecto a la verdad de la Biblia, para poder impartir su conocimiento a otros, deben ser estudiantes diligentes de la santa Palabra de Dios. No hay otra forma; deben investigar diligentemente las Escrituras, con interés y oración. Allí se encuentran preciosas palabras de promesa y aliento, de amonestación, reproche e instrucción. En ella aprenderán acerca del amor de Cristo, del valor de su sangre y de los admirables privilegios provistos por su gracia...
La Biblia siempre debería ser el libro de texto del cristiano; de todos los libros se lo debiera hacer el más atractivo para los jóvenes. Si beben profundamente de su espíritu, estarán preparados para enfrentar los engaños de Satanás, y para resistir las tentaciones de esta época infiel. Por la sencilla belleza de su lenguaje, sus sentimientos elevados, su veracidad infalible, su ternura y emoción, la Palabra de Dios está perfectamente calculada para impresionar la mente e impartir ricas lecciones.


Búsquese el Pan Vivo

Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Colosenses 3:1-2.

Cuando las cosas temporales absorben la mente y ocupan la atención, toda la fuerza del individuo se empeña en el servicio del hombre, y las personas consideran la adoración que se le debe a Dios como un asunto trivial. Los intereses religiosos quedan supeditados al mundo. Pero Jesús, que ha pagado el rescate por las almas de la familia humana, requiere que los seres humanos subordinen los intereses temporales a los intereses eternos. El quisiera que cesaran de acumular tesoros terrenales, de gastar dinero en lujos, y de rodearse de las cosas que no necesitan. No desea que se destruyan las facultades espirituales, pero dirige su atención a las cosas celestiales.
Anima a los hombres a buscar con más fervor y continuamente el pan de vida que el pan que perece. El dice: “Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló el Padre” Juan 6:27... La Palabra de Dios es el elemento esencial de nuestro crecimiento espiritual. “El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida” vers. 63. Los que sean hacedores de las palabras de Cristo traerán el cielo a sus vidas.
Cristo es nuestro Redentor, nuestro Dueño, y se interesa intensamente en que tengamos paz en este mundo. Se esfuerza por presentar los atractivos del cielo delante de nosotros; porque donde está el tesoro, allí también está el corazón. Colocar un tesoro en el cielo no es otra cosa que utilizar las facultades que Dios nos ha dado para adquirir medios e influencia que se puedan usar para la gloria de Dios. Cada dólar que ganamos es propiedad del Señor, y debería ser usado teniendo en mente el tiempo cuando seremos llamados a rendir cuenta de nuestra mayordomía. Ninguno de nosotros podrá evadir este futuro arreglo de cuentas. Al escoger la acumulación de un tesoro en el cielo, nuestros caracteres serán moldeados según la semejanza de Cristo. El mundo verá que nuestras esperanzas y planes se llevan a cabo teniendo en mente el progreso de la verdad y la salvación de las almas que perecen. Se darán cuenta que para los que aman a Cristo él es todo en todo...
Al procurar un tesoro en el cielo, nos colocamos en una relación viviente con Dios, el dueño de todos los tesoros de la tierra, y quien suple todas las necesidades temporales esenciales para la vida. Cada alma puede obtener la herencia eterna. El Señor ha revelado ante su pueblo el hecho de que hay amplio espacio para el ejercicio de sus facultades, para el cumplimiento de sus objetivos más elevados, para la adquisición del tesoro más deseable y duradero. Pueden colocar sus tesoros donde ni el fuego ni la inundación ni ninguna clase de adversidad los pueden tocar.

viernes, 20 de abril de 2012

TEMA: EL ESPIRITU SANTO


El Espíritu Santo en la Vida

Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre. Juan 14:16.

Hay almas hambrientas del pan de vida y sedientas del agua de la salvación; y ¡ay de aquella persona que mediante su pluma o su voz las extravíe por senderos falsos! El Espíritu de Dios está llamando a los seres humanos, presentándoles la obligación moral que tienen de amar y servir al Señor de todo corazón, fuerza, mente y energía, y de amar a sus prójimos como a sí mismos. El Espíritu Santo influye sobre lo íntimo del yo hasta hacerlo consciente del poder divino de Dios, y cada facultad espiritual es impulsada hacia una acción decidida. Jesús dijo: “Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre” Juan 14:16.
En el alma se debe llevar a cabo una obra profunda y minuciosa, que el mundo no puede ver. Los que no saben lo que significa tener una experiencia en las cosas de Dios, que... no tienen el testimonio del Espíritu de que han sido aceptados en Jesucristo, necesitan nacer de nuevo... ¿Qué puede saber el mundo acerca de una experiencia cristiana? Realmente, nada. “Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros” Juan 6:53. El Gran Maestro explicó esta aseveración, diciendo: “El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida” vers. 63.
La Palabra de Dios no se considera digna de confianza en esta época. La Palabra de Cristo, que corta directamente a través de los deseos e indulgencias humanos, y condena los hábitos y prácticas populares—esa Palabra que fue hecha carne y habitó entre nosotros—, se ignora y se desprecia. Las enseñanzas y el ejemplo de Cristo no son aceptados como el criterio de la vida de los que profesan seguir al Señor. Muchos que invocan el nombre de Cristo caminan a la luz de las chispas de su propio fuego, en lugar de seguir tras las pisadas de su profeso Maestro. No representan el mismo carácter que Cristo representaba mediante su amor puro y sincero hacia Dios, y su amor para el hombre caído. No aceptan a Dios al pie de la letra, ni identifican sus intereses con Jesucristo. No forman el hábito de tener comunión con Jesús, de tomarlo como su guía y consejero, y por lo tanto no aprenden el oficio de vivir una vida cristiana bien definida.
Los que no se conforman con escuchar las palabras de Cristo, sino que las ponen en práctica, ponen de manifiesto el carácter de la operación del Espíritu Santo. El resultado de la operación interna del Espíritu de Dios se revela en la conducta exterior. La vida del cristiano está escondida con Cristo en Dios, y el Señor reconoce a los que son suyos al declarar: “Vosotros sois mis testigos”. Ellos testifican de que el poder divino actúa sobre sus corazones y modela su conducta. Sus obras revelan que el Espíritu influye sobre el hombre interior; los que se asocian con ellos se convencen de que han elegido a Jesucristo como su modelo.

jueves, 19 de abril de 2012

TRMA: SANTIFICADOS

Santificados por la Verdad

Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. Juan 17:17.

Es mediante la verdad, por el poder del Espíritu Santo, que seremos santificados, es decir, transformados a la semejanza de Cristo. Y para que este cambio se pueda producir en nosotros se debe llevar a cabo una aceptación incondicional y de todo corazón de la verdad: un sometimiento sin reservas del alma a su poder transformador...
Muchas personas se aferran tenazmente a sus peculiaridades. Aun después que profesan haber aceptado la verdad, haberse entregado a Cristo, se gratifican los mismos hábitos antiguos, se manifiesta la misma autoestima, y se acarician las mismas nociones falsas. A pesar de que los tales se precian de estar convertidos, es evidente que no se han sometido al poder transformador de la verdad...
El nuevo nacimiento consiste en tener motivaciones nuevas, nuevos gustos, y tendencias nuevas. Los que han sido engendrados por el Espíritu Santo a una vida nueva, han llegado a ser participantes de la naturaleza divina, y en todos sus hábitos y prácticas darán evidencia de su relación con Cristo...
El mandamiento: “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”, nunca se habría dado si no se hubieran tomado todas las disposiciones mediante las cuales pudiéramos llegar a ser perfectos en nuestra propia esfera, así como Dios lo es en la suya. Deberíamos avanzar constantemente de una luz a otra mayor, aferrándonos celosamente a la que ya hemos recibido, y orando aun por más. De este modo nunca seremos dejados en la oscuridad.
El último mensaje de misericordia será proclamado al mundo mediante la predicación de la verdad del Evangelio. La verdad, la verdad de la Biblia,esto es lo que necesita la gente. Debemos reclamar las promesas de la Palabra de Dios sobre nuestras rodillas, solicitando la recepción de la verdad pura, no adulterada, y que seamos capaces de comprender la necesidad de dar esa verdad a otros. Entonces los hombres y las mujeres serán convertidos. Será reconocida la mano de Dios en la organización de nuevas iglesias. El Señor bautizará con el Espíritu apostólico a muchos que saldrán a realizar trabajo misionero en los lugares donde la gente no conoce la verdad.
Una obra misionera genuina establecerá a las iglesias sobre un fundamento seguro, un fundamento que tenga este sello: “Conoce el Señor a los que son suyos”. Entonces Dios será glorificado en su pueblo. Las misiones cristianas serán edificadas sobre Jesucristo. La obra avanzará bajo la supervisión de Dios, y se darán innumerables evidencias de la autenticidad de la obra. Los obreros no buscarán glorificarse a sí mismos, sino que alabarán a Dios como el autor y el organizador de cada tarea santa y ennoblecedora. No sólo profesan ser creyentes; son creyentes. La verdad los santifica; porque la verdad que se vive,al mismo tiempo que se la predica, tiene una influencia purificadora sobre el carácter.

miércoles, 18 de abril de 2012

TEMA: LA EXPOSICION DE SU PALABRA.

Para Esta Vida y la Venidera

La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples. Salmos 119:130.

Según la ley de Dios, la fuerza para la mente y el alma, lo mismo que para el cuerpo, se adquiere por medio del esfuerzo. El desarrollo se obtiene por medio del ejercicio. De acuerdo con esta ley, Dios ha provisto en su Palabra los medios necesarios para el desarrollo mental y espiritual.
La Biblia contiene todos los principios que los hombres necesitan comprender, a fin de prepararse para esta vida, o para la venidera. Estos principios pueden ser comprendidos por todos...
Mayor aún es el poder de la Biblia en el desarrollo de la naturaleza espiritual. El hombre, creado para ser compañero de Dios, puede hallar su verdadera vida y desarrollo únicamente en ese compañerismo. Creado para hallar en Dios su mayor gozo, en ninguna otra cosa puede hallar lo que puede calmar los anhelos de su corazón, y satisfacer el hambre y la sed del alma. Aquel que con espíritu dócil y sincero estudia la Palabra de Dios para comprender sus verdades, se pondrá en contacto con su Autor, y, a menos que sea por su propia elección, no tienen límite las posibilidades de su desarrollo.
En su vasta esfera de estilo y temas, la Biblia tiene algo para interesar a cada mente y atraer cada corazón. Sus páginas encierran historia antiquísima; biografías fieles a la vida; principios de gobierno para regir al Estado y gobernar la casa, principios que la sabiduría humana nunca ha conseguido igualar. Contiene la más profunda filosofía, la poesía más dulce y sublime, apasionada y patética. Los escritos de la Biblia, aún considerados de esta manera, son inconmensurablemente superiores en valor a las producciones de cualquier autor humano, pero considerados en su relación con el gran pensamiento central, son de alcance infinitamente más amplio, de valor infinitamente mayor. Desde este punto de vista, cada tema adquiere nuevo significado. En las verdades más sencillamente enunciadas se encierran principios tan altos como el cielo, y que abarcan la eternidad.
El tema central de la Biblia, el tema alrededor del cual se agrupan todos los demás del Libro, es el plan de la redención, la restauración de la imagen de Dios en el alma humana. Desde la primera insinuación de esperanza que se hizo en la sentencia pronunciada en el Edén, hasta la gloriosa promesa del Apocalipsis: “Y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes”, el propósito de cada libro y pasaje de la Biblia es el desarrollo de este maravilloso tema: la elevación del hombre, el poder de Dios, “que nos da la victoria, por medio de nuestro Señor Jesucristo”.
El que capta este pensamiento, tiene ante sí un campo infinito de estudio. Tiene la llave que le abrirá todo el tesoro de la Palabra de Dios.

martes, 17 de abril de 2012

TEMA: CRECIMIENTO

Alimento Espiritual para Crecimiento y Fortaleza

Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes. 1 Tesalonicenses 2:13.

La Biblia contiene todo lo que es necesario para la salvación del alma, y al mismo tiempo es apta para disciplinar y fortalecer la mente... Resultará mucho más eficaz que cualquier otro libro para guiar sabiamente en los asuntos de esta vida, así como para ayudar al alma a ascender por la escalera que alcanza el cielo. La Biblia da al verdadero investigador un adiestramiento mental avanzado; sale de la contemplación de las cosas divinas con sus facultades enriquecidas. Se humilla el yo mientras que Dios y su verdad son ensalzados. Debido a que los hombres no están familiarizados con las verdades de la Biblia, se ensalza tanto al hombre y se honra tan poco a Dios.
Al escudriñar las páginas de la Palabra de Dios, nos movemos a través de escenas majestuosas y eternas. Contemplamos a Jesús, el Hijo de Dios, viniendo a nuestro mundo y participando en el misterioso conflicto que derrotó a las potestades de las tinieblas. ¡Cuán admirable, casi increíble, es que el Dios infinito consintiese en la humillación de su Hijo unigénito!...
La Palabra de Dios es el alimento espiritual con el cual el cristiano debe fortalecerse en espíritu y en intelecto, a fin de batallar por la verdad y la justicia. La Biblia enseña que todo pecado que nos asedia debe ser desechado, que debe sostenerse la guerra contra el mal hasta que toda mala tendencia haya sido vencida. El agente humano debe colocarse como estudiante voluntario en la escuela de Cristo. Mientras acepta la gracia que se le ofrece libremente, la presencia del Salvador en los pensamientos y en el corazón le darán decisión de propósito para poner a un lado todo peso, a fin de que el corazón sea henchido con toda la plenitud de Dios.
La sencillez de la verdadera piedad debe impartirse en la educación de nuestros jóvenes, para que sepan escapar de la corrupción que hay en el mundo. Debe enseñárseles que los verdaderos seguidores de Cristo servirán a Dios no sólo cuando el hacerlo esté de acuerdo con sus inclinaciones, sino también cuando signifique abnegación y llevar la cruz. Los pecados que asedian deben ser combatidos y vencidos. Los rasgos objetables de carácter, sean hereditarios o cultivados, deben ser comparados con la gran regla de justicia, y luego vencidos en la fuerza de Cristo. Día tras día, hora tras hora, ha de continuar en el corazón una obra vigorosa de abnegación y santificación; entonces las acciones darán testimonio de que Jesús mora en el corazón por la fe. La santificación no cierra las avenidas del alma al conocimiento, sino que expande la mente y la inspira a buscar la verdad como tesoro escondido.

TEMA: EL DISCERNIMIENTO

Un Discernimiento que Aumenta Constantemente

Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas. Juan 14:26.

El joven que hace de la Biblia su guía, no está condenado a equivocar la senda del deber y de la seguridad. Este libro le enseñará a conservar su integridad de carácter, a ser veraz, a no practicar engaño. Le enseñará que nunca debe transgredir la ley de Dios a fin de lograr algo deseado, aunque el obedecer signifique un sacrificio. Le enseñará que la bendición del cielo no descansa sobre el que se aparta de la senda del deber; que aunque los hombres parezcan prosperar en la desobediencia, cosecharán seguramente el fruto de la siembra que hayan hecho.
Unicamente los que estiman las Escrituras como la voz de Dios que les habla, son los que aprenden verdaderamente. Tiemblan a la voz de Dios, porque para ellos es una realidad viva. Abren su entendimiento a la instrucción divina, y oran por gracia, a fin de obtener una preparación para servir. Cuando el buscador de la verdad tiene en su mano la antorcha divina, ve en su propia flaqueza la desesperanza de mirarse a sí mismo en busca de justicia. Ve que no hay en él nada que lo pueda recomendar a Dios. Ora para que el Espíritu Santo, el representante de Cristo, sea su guía constante y que lo conduzca a toda verdad. Repite la promesa: “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas”Juan 14:26...
Los que reciban en su corazón los santos principios de la verdad obrarán con energía creciente. Ninguna circunstancia podrá alterar su resolución de alcanzar la norma más elevada que sea posible. Y lo que hayan recibido lo impartirán a otros. Mientras beben de la fuente de agua viva, brotarán de ellos raudales vivos para bendecir y refrigerar a otros.
El estudiante diligente de la Biblia crecerá constantemente en conocimiento y discernimiento. Su intelecto abarcará temas elevados, y echará mano de la verdad de las realidades eternas. Sus motivos de acción serán correctos. Empleará el talento de la influencia para ayudar a otros a comprender más perfectamente las responsabilidades que Dios les ha dado. Su corazón será un manantial de gozo y el éxito acompañará a su esfuerzo de impartir a otros las bendiciones que ha recibido.
El talento del conocimiento, santificado y usado en el servicio del Maestro, no se pierde nunca. Un esfuerzo abnegado para hacer el bien, será coronado de éxito. “Somos colaboradores de Dios” 1 Corintios 3:9. El Señor cooperará con el obrero humano. A él se debe dar la gloria y la alabanza por lo que podemos realizar.

jueves, 12 de abril de 2012

TEMA: LA SANA DOCTRINA


La Sana Doctrina

Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas. Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio. 2 Timoteo 4:3-5.

“La sana doctrina” es la verdad bíblica, la verdad que promueva piedad y devoción, que confirme al pueblo de Dios en la fe. La sana doctrina significa mucho para el que la recibe; y significa mucho también para el que la enseña, el ministro de justicia; porque dondequiera que se predique el Evangelio, cada obrero, sea cual fuere su ramo de servicio, es o fiel o infiel a su responsabilidad como mensajero del Señor...
Pablo escribió también: “Es palabra fiel: que si somos muertos con él, también viviremos con él; si sufrimos, también reinaremos con él; si negáremos, él también nos negará; si fuéremos infieles, él permanece fiel: no se puede negar a sí mismo. Recuérdales esto, protestando delante del Señor que no contiendan en palabras, lo cual para nada aprovecha, antes trastorna a los oyentes” 2 Timoteo 2:11-14.
En el tiempo de Pablo, algunos de los que escuchaban la verdad suscitaban cuestiones que no tenían ninguna importancia vital, presentando ideas y opiniones humanas, y tratando de distraer la mente del que enseñaba las grandes verdades del Evangelio, para arrastrarlo a la discusión de teorías no esenciales y al arreglo de disputas sin importancia. Pablo sabía que el que trabaja para Dios debe ser bastante sabio para ver el designio del enemigo, y negarse a ser descarriado o distraído. La conversión de las almas debe ser la preocupación de su vida; debe predicar la Palabra de Dios, pero evitar la controversia...
Los ministros de Cristo corren hoy el mismo peligro. Satanás está constantemente trabajando para desviar la mente por conductos erróneos, a fin de que la verdad pierda su fuerza sobre el corazón...
Hombres capaces han dedicado una vida de estudio y oración a la obra de escudriñar las Escrituras, y sin embargo, hay muchas porciones de la Biblia que no han sido exploradas completamente. Algunos pasajes de la Escritura no serán nunca perfectamente comprendidos hasta que, en la vida futura, Cristo los explique. Hay misterios que han de permanecer ocultos, declaraciones que las mentes humanas no pueden hacer armonizar. Y el enemigo tratará de despertar discusiones acerca de estos puntos, que sería mejor dejar sin discutir.
Un obrero consagrado y espiritual evitará de presentar diferencias teóricas de menor importancia, y dedicará sus energías a la proclamación de las grandes verdades decisivas que han de ser dadas al mundo. Mostrará a la gente la obra de la redención, los mandamientos de Dios, la inminente venida de Cristo; y se verá que hay en estos temas bastante alimento para el pensamiento.

miércoles, 11 de abril de 2012

TEMA: LA BIBLIA


Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. 2 Timoteo 2:15.

La Biblia es su propia expositora. Se ha de comparar un pasaje con otro. El alumno debe considerar la Palabra como un todo y ver la relación de sus partes. Debe adquirir conocimiento de su gran tema central: el propósito original de Dios para el mundo, el origen de la gran controversia y de la obra de la redención. Debe comprender la naturaleza de los principios que contienden por la supremacía, y debe aprender a seguir sus manifestaciones a través de los anales de la historia y la profecía, hasta la gran consumación. Debe ver cómo esa controversia entra en toda fase de la experiencia humana; cómo en todo acto de la vida él mismo revela uno u otro de los motivos antagónicos; y cómo, sea que lo quiera o no, está ahora mismo decidiendo de qué lado de la controversia será hallado.
Cada parte de la Biblia ha sido dada por inspiración de Dios, y es provechosa. El Antiguo Testamento, no menos que el Nuevo, debe recibir atención. Mientras estudiemos el Antiguo Testamento, hallaremos fuentes vivas que borbotean donde el lector negligente discierne solamente un desierto.
El Antiguo Testamento derrama luz sobre el Nuevo, y el Nuevo sobre el Antiguo. Cada uno es una revelación de la gloria de Dios en Jesús. Cristo manifestado a los patriarcas, simbolizado en los servicios de los sacrificios, esbozado en la ley, y revelado por los profetas, constituye las riquezas del Antiguo Testamento. Cristo en su vida, en su muerte y su resurrección; Cristo manifestado por el Espíritu Santo, es el tesoro del Nuevo. Tanto el Nuevo como el Antiguo Testamento presentan verdades que revelan continuamente nuevas profundidades de significado al que las busca fervorosamente.
Cristo reprochó a sus discípulos por la lentitud de su comprensión... Después de su resurrección, mientras caminaba con dos de sus discípulos hacia Emaús, les abrió el entendimiento para que pudieran comprender las Escrituras, y les explicó el Antiguo Testamento de tal manera que percibieron en sus enseñanzas un significado que ni siquiera los mismos escritores habían visto...
Las palabras de Cristo son el pan de vida. Al comer sus palabras, la comprensión de los discípulos fue avivada. Comprendieron mejor el valor de las enseñanzas del Salvador. El discernimiento de estas verdades los hizo pasar de la oscuridad del alba a la brillantez del mediodía. Lo mismo sucederá con nosotros al estudiar la Palabra de Dios.
La tarea de explicar la Biblia por sí misma es la obra que deberían realizar todos... los que estén completamente conscientes de los tiempos en que vivimos.

martes, 10 de abril de 2012

TEMA: LA ESCRITURA

Hay que Comparar la Escritura con la Escritura

Porque mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá. Isaías 28:10.


Estamos sumamente agradecidos de poseer la segura palabra profética, así que ninguno de nosotros necesita ser engañado. Sabemos que actualmente existen herejías y fábulas en nuestro mundo, y deseamos conocer cuál es la verdad. Para lograr ese conocimiento nos conviene investigar cuidadosamente por nosotros mismos. Pero no se lo puede lograr con una simple lectura de la Biblia, sino que se necesita comparar un texto con otro. Debemos escudriñar las Escrituras por nosotros mismos, para que no nos descarriemos; y aunque muchos pierdan el camino debido a la diversidad de doctrinas que hay en nuestro mundo, hay una sola verdad. Muchos se podrán acercar a ustedes para decirles que tienen la verdad, pero ustedes tienen el privilegio de escudriñar las Escrituras por su propia cuenta. “¡A la ley y al testimonio! si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido”. Necesitamos tener un conocimiento personal de las Escrituras, para que podamos comprender la verdadera razón de la esperanza que hay en nosotros.
El apóstol nos dice que a cada persona que nos pregunte debemos dar una razón de la esperanza que hay en nosotros, con humildad y temor. “La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples” Salmos 119:130. No basta leer solamente, sino que la Palabra de Dios debe penetrar en nuestros corazones y nuestro entendimiento, para que podamos ser establecidos en la verdad bendita. Si descuidamos el estudio personal de las Escrituras, para saber en qué consiste la verdad, entonces se nos considerará responsables de nuestros propios extravíos. Debemos investigar cuidadosamente las Escrituras para que lleguemos a conocer cada estipulación que el Señor nos ha dado; y si poseemos una mente de capacidad limitada, al estudiar diligentemente la Palabra de Dios nos podemos hacer poderosos en las Escrituras y seremos capaces de explicárselas a otros...
Cuando estén establecidos en las Escrituras, sentirán la responsabilidad e investigarán la Biblia por cuenta propia, para así poder ayudar a otros. Ahora, aunque las iglesias pequeñas tengan pocos miembros, pueden ser una potencia para la verdad. Cada persona debería sentir que sobre ella descansa la solemne responsabilidad de edificar a su pequeña iglesia en la fe más santa. El mismo hecho de que sean tan sólo unos pocos, debería hacer que cada miembro individual se esfuerce fervientemente por encontrar una conexión viviente con Dios; porque la impartición de la verdad a los que le rodean depende de la influencia que usted ejerza sobre ellos.
Cristo dijo: “Vosotros sois la luz del mundo”; por lo tanto deben realizar todo esfuerzo para que esa luz brille. La única forma de saber si la luz que se tiene proviene del cielo, consiste en compararla con las Escrituras... A Josué se le dijo: “Esfuérzate y sé valiente”; porque hay una gran obra delante de ti.


lunes, 9 de abril de 2012

TEMA: LA VERDAD DE DIOS

La Verdad en Cristo es Insondable


Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. Juan 6:57.


La verdad en Cristo y por medio de Cristo es inconmensurable. El que estudia las Escrituras, mira, por así decirlo, dentro de una fuente que se profundiza y se amplía mientras más se contemplan sus profundidades.
No comprenderemos en esta vida el misterio del amor de Dios al dar a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. La obra de nuestro Redentor sobre esta tierra es y siempre será un tema que requerirá nuestro más elevado esfuerzo de imaginación. El hombre puede utilizar toda facultad mental en un esfuerzo por sondear este misterio, pero su mente desfallecerá y se abatirá. El investigador más diligente verá delante de él un mar ilimitado y sin orillas.
La verdad, tal como se halla en Cristo, puede ser experimentada, pero nunca explicada. Su altura, anchura y profundidad sobrepujan nuestro conocimiento. Podemos esforzar hasta lo sumo nuestra imaginación para ver sólo turbiamente la vislumbre de un amor inexplicable, tan alto como los cielos, pero que ha descendido hasta la tierra a estampar la imagen de Dios en todo el género humano.
Sin embargo, nos es posible ver todo lo que podemos soportar de la compasión divina. Esta se descubre al alma humilde y contrita. Entenderemos la compasión de Dios en la misma proporción en que apreciemos su sacrificio por nosotros. Al estudiar la Palabra de Dios con humildad de corazón, el grandioso tema de la redención se abrirá a nuestra investigación. Aumentará en brillo mientras lo contemplemos; y mientras aspiremos a entenderlo, su altura y profundidad irán continuamente en progreso.
Nuestra vida ha de estar unida con la de Cristo; hemos de recibir constantemente de él, participando de él, el pan vivo que descendió del cielo, bebiendo de una fuente siempre fresca, que siempre ofrece sus abundantes tesoros. Si mantenemos al Señor constantemente delante de nosotros, permitiendo que nuestros corazones expresen el agradecimiento y la alabanza a él debidos, tendremos una frescura perdurable en nuestra vida religiosa. Nuestras oraciones tomarán la forma de una conversación con Dios, como si habláramos con un amigo. El nos dirá personalmente sus misterios. A menudo nos vendrá un dulce y gozoso sentimiento de la presencia de Jesús. A menudo nuestros corazones arderán dentro de nosotros mientras él se acerque para ponerse en comunión con nosotros como lo hizo con Enoc. Cuando ésta es en verdad la experiencia del cristiano, se ven en su vida una sencillez, una humildad, una mansedumbre y bondad de corazón que muestran a todo aquel con quien se relacione que ha estado con Jesús y aprendido de él.
En aquellos que la posean, la religión de Cristo se revelará como un principio vivificador que todo lo penetra, una energía espiritual y viviente que obra. Se manifestará la frescura, el poder y el gozo de la perpetua juventud.

sábado, 7 de abril de 2012

TEMA: EL ESTUDIO DE LA PALABRA


El Estudio de la Biblia Fortalece el Intelecto

Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza. Romanos 15:4.

Nada está calculado para fortalecer el intelecto como el estudio de la Biblia. Ningún otro libro tiene tanto poder para elevar los pensamientos, para vigorizar las facultades, como las amplias y ennoblecedoras verdades de la Biblia. Si se estudiara la Palabra de Dios como se debe, los seres humanos poseerían una amplitud de mente y una nobleza de carácter que rara vez se ven en estos tiempos.
No hay conocimiento tan firme, tan consistente, de tan largo alcance, como el que se obtiene del estudio de la Palabra de Dios. Si no existiera otro libro en todo el mundo, la Palabra de Dios, vivida mediante la gracia de Cristo, haría perfecto al hombre en esta tierra, dotándolo de un carácter apto para la vida futura e inmortal. Los que estudian la Palabra de Dios, tomándola por fe como la verdad, y recibiéndola en el carácter, serán completos en aquel que es todo en todo. Gracias a Dios por las posibilidades que se han colocado ante la humanidad... El tiempo que se dedique al estudio de la Palabra de Dios y a la oración producirá una cosecha del ciento por uno.
La Palabra de Dios es la semilla viviente, y a medida que se la siembre en la mente, el agente humano deberá cuidar diligentemente las etapas sucesivas de su desarrollo. ¿Cómo debe ser hecho esto? Después que se ha recibido la Palabra con oración, se la debe apreciar y cultivar en la vida diaria. Necesita crecer y producir fruto, siendo primero hierba, luego espiga, y después grano lleno en la espiga.
No basta estudiar la Biblia como se haría con cualquier otro libro. Para que se la pueda comprender salvadoramente, el Espíritu Santo necesita descender sobre el corazón del creyente. El mismo Espíritu que inspiró la Palabra debe inspirar al lector de la Palabra. Entonces se escuchará la voz del cielo. “Tu Palabra, oh Dios, es la verdad”, será el lenguaje del alma.
La mera lectura de la Palabra no producirá los resultados previstos por el cielo; debe ser estudiada y alimentada en el corazón. El conocimiento de Dios no se obtiene sin un esfuerzo mental. Debemos estudiar la Biblia con diligencia, pidiéndole a Dios la ayuda de su Santo Espíritu, para que seamos capaces de comprenderla. Deberíamos tomar un versículo y concentrar la mente en la tarea de descubrir cuál es el pensamiento que Dios ha colocado para nosotros en dicho versículo. Debemos meditar en ese pensamiento hasta que llegue a ser nuestro, y sepamos “lo que dice el Señor”...
La Palabra de Dios es el pan de vida. Los que la coman y la digieran, transformándola en una parte de cada acción y de cada atributo del carácter, crecerán vigorosos en la fortaleza de Dios. Ella le concede un vigor inmortal al alma, perfecciona la experiencia y produce un regocijo que permanecerá para siempre.

jueves, 5 de abril de 2012

TEMA: EL VERDADERO ALIMENTO.

Hay que Alimentarse del Pan de Vida

Mi Padre os da el verdadero pan del cielo. Juan 6:32.

Somos bautizados en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y estos tres poderes grandes e infinitos se encuentran mancomunadamente comprometidos a trabajar en nuestro favor si tan solamente estamos dispuestos a colaborar con ellos. En el bautismo somos sepultados con Cristo como emblema de su muerte.
Al levantarnos del agua lo hacemos como un símbolo de su resurrección. Necesitamos vivir como almas nacidas de nuevo, para que podamos ser resucitados en el último gran día. De ese modo nos comprometemos a andar en novedad de vida; porque estamos muertos, y nuestra vida está escondida con Cristo en Dios. “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba,donde está Cristo sentado a la diestra de Dios” Colosenses 3:1. Es allí donde usted debe colocar su tesoro. El hombre finito no puede creer por usted. Acuda a la gran fuente de poder para obtener sus fuerzas.
La oración de Cristo pronunciada a orillas del Jordán incluye a cada uno de los que creerían en él. La promesa de que es acepto en el Amado es para usted. Aférrese de ella con una fe inconmovible. Dios dijo: “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia” Mateo 3:17. Esto significa que Cristo ha abierto un camino a través de la sombra oscura que Satanás ha arrojado sobre su senda, por el cual usted puede llegar al trono del Dios infinito. El se ha asido de una fuerza todopoderosa y usted ha sido aceptado en el Amado.
Se debe honrar a Dios en todo sentido, siendo participante de su naturaleza divina, para tener la seguridad del perdón de los pecados, con lo cual se pueda testificar acerca del amor de Dios. Pero en nuestra experiencia no se observan la afabilidad ni la alegría que deberían haber. Cristo dijo que si permanecemos en él, nuestro gozo será completo. Participemos entonces de la naturaleza divina, habiendo escapado de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia. Entonces, no echemos oprobio sobre Cristo al vivir vidas inconsecuentes, terrenales y sensuales. Elevémonos por encima de la atmósfera insalubre que prevalece en el mundo, y respiremos el aliento de Dios. Alimentémonos del pan de vida.
Cristo declara que si comemos sucarne y bebemos susangre, tendremos vida eterna. Para nosotros su Palabra será como las hojas del árbol de la vida, si creemos en Cristo como nuestro Salvador personal. Si comemos el pan que descendió del cielo, gozaremos de una conexión viviente con Dios. Haremos que la eternidad entre en nuestros planes. Viviremos como si estuviéramos en presencia de toda la hueste celestial. Los ángeles nos vigilan y nos cuidan.
Dios nos ama, pero nosotros somos incapaces de apreciar ese amor. Estamos perdiendo espiritualidad. Dios desea que reconozcamos su propiedad en cada ser humano. El tiene sus posesiones. Son míos, declara. Los he comprado con un precio. “No sois vuestros... glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios” 1 Corintios 6:19-20. ¿Están dispuestos a hacer esto? ¿Orarán con fe? ¿Honrarán a Cristo al creer en su Palabra al pie de la letra?